Se nos contrata por nuestras aptitudes y se nos despide por nuestras actitudes

¿Cómo es posible que dos profesionales formados de una misma manera, con la misma experiencia y con la misma edad no tengan igual rendimiento en un mismo puesto?, las personas somos emociones andantes y actuamos o dejamos de hacerlo según sintamos. Por ello, el desempeño profesional depende más de las actitudes y habilidades emocionales que de las aptitudes y conocimientos técnicos.