En Método Consolida hemos colaborado en la elaboración —junto a la Asociación Española de Asesorías y Consultorías de Empresa (AECEM) y un nutrido grupo de expertos— del II Estudio AECEM sobre Profesionalización y Competitividad en Asesorías y Despachos Profesionales. A continuación compartimos los principales hallazgos y reflexiones que conviene tener muy presentes si trabajas en el ámbito del asesoramiento o, simplemente, quieres entender hacia dónde se dirige el sector.
Por qué era necesario un segundo estudio
La primera edición, publicada en 2024, demostraba que el tamaño del despacho influía en su competitividad. Sin embargo, en esta segunda entrega el eje de análisis se ha desplazado hacia el nivel de profesionalización: procesos, tecnología, certificaciones y formación. El objetivo es claro: averiguar qué están haciendo las firmas que no solo resisten, sino que crecen en un contexto regulatorio y tecnológico cada vez más retador.
Metodología: 122 voces que representan la realidad del mercado
El informe se cimenta en una encuesta online realizada entre noviembre de 2024 y febrero de 2025 a 122 responsables de asesorías y despachos de muy distinto tamaño y especialización. El cuestionario abordaba cinco grandes áreas: gestión por procesos, cumplimiento normativo, digitalización, formación y certificaciones de calidad. Este enfoque nos ha permitido obtener una fotografía nítida del grado de madurez profesional del sector y, sobre todo, detectar dónde se concentran las oportunidades de mejora.
Gestión por procesos: del “así lo hemos hecho siempre” al “así lo hacemos mejor”
Uno de los datos que más llama la atención es que el 82 % de las firmas ya dispone de procesos estandarizados para cada servicio. El salto es notable si lo comparamos con la edición anterior y confirma que los despachos han entendido la relación directa entre procedimientos claros, menor margen de error y una experiencia de cliente más homogénea. Aun así, persiste un reto: casi seis de cada diez asesores no miden de forma sistemática la satisfacción del cliente o carecen de protocolos estructurados para hacerlo. Sin métricas, resulta imposible mejorar de forma continua.
Cumplimiento normativo: pasar del deber al liderazgo
La encuesta revela que el 86 % de los consultados va más allá de las obligaciones legales mínimas: un 45 % incorpora voluntariamente buenas prácticas y otro 41 % ha implantado políticas internas y certificaciones que acreditan su diligencia. Este compromiso añade valor a los ojos del cliente y blinda la reputación del despacho frente a los riesgos operativos y regulatorios. La consecuencia lógica es que las asesorías que lideran en cumplimiento son percibidas como socios estratégicos y no como meros tramitadores.
Digitalización: de prioridad estratégica a condición de supervivencia
El estudio pone negro sobre blanco algo que ya intuíamos: para el 94 % de los encuestados la digitalización es prioritaria, y un 55 % declara un nivel alto o muy alto de madurez tecnológica. Las herramientas que despiertan mayor interés inmediato son la facturación electrónica (29 %) —impulsada por los futuros mandatos de Verifactu— y la Inteligencia Artificial (21 %), seguida de las soluciones de análisis de datos y ciberseguridad. La conclusión es rotunda: quien no automatice tareas repetitivas y no convierta sus datos en información accionable quedará fuera de juego.
Formación continua: mucho camino por recorrer
La profesionalización no puede sostenerse sin talento actualizado. Sin embargo, un 31 % de los despachos admite no contar todavía con un plan anual de formación, y solo en un 25 % de los casos esa formación supera las 30 horas anuales por empleado. Predominan los contenidos técnicos y de actualización normativa, mientras que habilidades blandas —liderazgo, productividad, gestión del tiempo— y temáticas como igualdad o diversidad siguen infrarrepresentadas. La brecha es clara: sin un compromiso firme con el upskilling, la ventaja competitiva se evapora.
Norma UNE 420001 una palanca para diferenciarse
Publicada en octubre de 2024, la Norma UNE 420001 marca un antes y un después al establecer un marco de buenas prácticas específico para el sector. Aunque más de 150 asesorías ya se han certificado, el 59 % de los profesionales aún no la conoce. Las barreras percibidas son el tiempo y el coste, pero el potencial es enorme: mitigar el intrusismo —problema reconocido por el 65 % de los encuestados— y traducir la calidad interna en confianza externa. Para cualquier despacho que aspire a posicionarse en la primera división del asesoramiento, la UNE 420001 es el pasaporte a la diferenciación.
Conclusiones y próximos pasos
El II Estudio AECEM confirma que el sector de la asesoría en España avanza con paso firme hacia una mayor profesionalización, pero también alumbra tres tareas pendientes:
- Medir lo que importa: sin indicadores de satisfacción del cliente será imposible refinar el servicio.
- Cerrar la brecha talento-tecnología: IA, analítica y ciberseguridad solo generan valor si el equipo está capacitado para exprimirlas.
- Comunicar la excelencia: certificarse —y contarlo— convierte la calidad interna en una propuesta de valor tangible.
Desde Método Consolida seguiremos impulsando junto a AECEM iniciativas que ayuden a los despachos a recorrer este camino. Porque el futuro del asesor no pasa por procesar datos que una máquina puede automatizar, sino por convertirse en acompañante estratégico de pymes y autónomos: alguien que traduce la complejidad normativa en decisiones rentables, que anticipa riesgos y oportunidades, y que aporta la confianza que toda empresa necesita para crecer.
Si quieres profundizar en los datos o comentar cómo pueden impactar en tu organización, estaremos encantados de charlar. El cambio ya ha empezado; la cuestión es decidir si lo lideramos o lo vemos pasar.
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